top of page

Cuando el juego se volvió mortal


Ayer me encontraba platicando con un niño que tiene 8 años de edad, hablábamos sobre las cartas de Yu-Gi-Oh, que por cierto nunca aprendí a jugar. También me enseñaba a girar un trompo, otra cosa que tampoco pude hacer. ¡Bendita infancia!


Luego fui a jugar con él y sus amigos a una canchita de fútbol, me vi como la peor de las porteras, los niños corrían tras el balón y miré como uno se cayó. Sus lentes salieron volando.


Vi su compañerismo, vi alegría, estaba rodeada de inocencia, fue inevitable no cuestionarme sobre lo que está sucedienco con la infancia, ¿qué pasó aquella tarde en la que los juegos se hicieron mortales?


A estas alturas muchos ya conocen el caso de Christopher, un niño de seis años que fue asesinado de una manera brutal, "jugando al secuestro". Unos jovencitos lo mataron igual que algunos delincuentes, sin duda esto es el reflejo de una sociedad que ha perdido el sentido.


Es indescriptible el acto, sin duda la justicia no hará lo que le corresponde, pues la legislación de Chihuahua no contempla las edades de los agresores para ser juzgados. Más allá de eso, la justicia se aplique o no se aplique, sin duda no sirve de nada si no hay una verdadera reforma de los agresores.


Al cumplir la condena, no saldrán como mejores ciudadanos, saldrán en diez años y no tendremos la certeza de que se transforme la conciencia de los agresores. La muerte de Christopher no habrá servido de nada, ni para concientizar sobre la sociedad que tenemos y mucho menos para reformar las condenas en nuestro sistema de justicia si no se hace algo para cambiar como ciudadanos.


William Golding, en 1954 escribió “El Señor de las Moscas”, una alegoría de los tiempos de la posguerra, de la lucha del hombre contra el hombre. Describe una serie de conflictos en el mundo interno de unos niños náufragos en una isla desierta, en la que el autor pretendía describir que en algún momento fuimos niños y que perdimos la inocencia al enfrentarnos a situaciones extremas. ¡Cuán desafortunado es que eso dejó de ser una novela y estamos frente a una realidad donde niños asesinan cruelmente!


Los niños son la esperanza del mundo, dijo José Martí, y ojalá que sea la última en morir, que nos esforcemos cada día para ser ejemplo de aquellos que empiezan en la vida, que hagamos de México un país mejor, pero no en el discurso, sino con acciones, para que evitemos acabar con nuestra esperanza.


SECCIONES
No hay tags aún.
Lo más reciente
bottom of page