Cuando por fin cayó el águila Nazi
- Por @_ESaavedra
- 11 may 2015
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El pasado 09 de Mayo el mundo recordó los 70 años de la caída de la Alemania Nazi, fue ese día cuando en Berlín se suscitaría lo que Hitler nunca se atrevería a ver, la firma de la rendición incondicional de Alemania. En Moscú el día se convertiría en uno de los más importantes de la historia, conocido como el Día de la Victoria, año con año las fuerzas militares rusas conmemoran el triunfo obtenido pero sobretodo la eliminación definitiva del régimen nazi.
Corría el año de 1945 cuando la Gran Guerra avistaba poco a poco su fin, Berlín era cada día más amenazada por la presencia rusa y las demás fuerzas militares de los países aliados. Este sería uno de los conflictos más sangrientos de toda la historia mundial y que marcarían la nueva organización geopolítica del globo, tres hechos de gran relevancia marcarían éste años: La liberación de cientos de miles de judíos y demás prisioneros de los campos de concentración, especialmente el de Auschwitz en Polonia, la eliminación prácticamente de toda presencia nazi en Europa del Este y finalmente la caída del Tercer Reich de Adolf Hitler, es decir, el colapso inminente del águila nazi.
La arrogancia y mezquindad militar de Hitler provocó que miles de soldados alemanes murieran a sabiendas de que la guerra estaba prácticamente perdida, la cobardía de Hitler ante lo sucedido lo orilló a terminar con su vida antes que ser capturado por los soviéticos, la rendición del águila culminó a la media noche en Berlín. Todos estos hechos acaecidos a mediados del siglo XX reconfigurarían la mentalidad mundial –o eso se pensaba- en cuanto a la necesidad de no generar mayores conflictos armados a niveles continentales.
Al día de hoy nos queda el recuerdo de tan sangrienta y atroz guerra, nos queda también la constancia de lo que puede llegar a hacer un hombre por tratar de poseer todo el poder. El Día de la Victoria también debe ser recordado en América, debe ser un día que recuerde el dolor que provocó la guerra, pero también debemos recordar la valentía y el honor de millones de personas que lucharon y murieron en el capo de batalla, especialmente las que trataron de impedir que el nazismo penetrara como cáncer en la vida social y política de todo el mundo. Este es un conflicto que no debe volver a suceder jamás.