OPINIÓN: Los hijos de los políticos y sus gastos excesivos
- @Renbyh
- 26 abr 2015
- 3 Min. de lectura

El tiro al blanco favorito por los ciudadanos sin duda es el actual presidente Enrique Peña Nieto, bastantes han sido sus errores ante los medios de comunicación que ya ni apoyarse en su familia es bueno debido a que ésta no le ayuda mucho.
Hagamos uso de nuestra memoria, ¿se acuerdan de las declaraciones que hizo su hija Paulina diciéndonos “pendejos, hijos de la prole”?, Héctor Zagal respondió de la siguiente manera: “Sin pretenderlo, con tus palabras has revelado tu clasismo”. En ese entonces estábamos en fechas de campaña.
Lo preocupante es que en este momento también estamos en época electoral, el próximo 7 de junio habrá elecciones y el panorama parece desolador.
México es un país de muchísimos contrastes, es evidente que la pobreza sigue cimbrando al país, según los datos del INEGI en 2012 había 53.3 millones de personas en pobreza, a pesar de esto los hijos de algunos políticos siguen el ejemplo de sus padres viviendo como reyes, entre casas valuadas en más de 7 millones de dólares y gastando el dinero como si se diera en árboles.
Sólo por poner un ejemplo, los hijos de Gustavo Madero, el dirigente de Acción Nacional, fueron expuestos, primero las mujeres, Sofía y Cristina que viajaron al menos 24 veces entre 2011-2014 y cuyos gastos fueron casi 7 millones de pesos.
En nuestro país también hay niños y niñas que viajan por México, algunos dejan sus hogares para llegar a Estados Unidos sin documentos que les den un estatus legal y que están expuestos a redes de trata de personas.
Otros mueren porque en sus sus comunidades no existen servicios de salud para atender diarreas o ni siquiera tienen agua potable.
Por otro lado está Alejandro, también hijo de Madero que se casó en 2008 y cuya luna de miel costó 5 millones de pesos viajando por Europa un año.
Los hijos de los priístas no se quedan atrás, recordemos cuando Romero Deschamps le regaló a su hijo un Ferrari de edición limitada que costó 25 millones de pesos, ¡ah!, también hay que sumarle que hace algunos días en redes sociales comenzaron a circular imágenes del mismo senador evaluando el nuevo yate que quiere comprar.
Volvamos con nuestro querido presidente, que si de gastos de sus hijos hablamos podemos aceptarlos como consecuencia de la democracia, pero ¿los hijos de la Gaviota?, ¿Qué culpa tenemos los mexicanos de los gastos que los hijastros y la “primera dama” representan para la nación?
Lo digo porque Sofía Castro ha gastado en una bolsa más de 33 mil pesos, se ha paseado por Cancún con sus amigos y ha vestido prendas de más de 6mil dólares dejando ver el contraste con muchas personas de su edad que se se alimentan de quelites y tortillas para el desayuno, la comida y la cena. Personas que radican en lugares inhóspitos donde no hay drenaje y siguen haciendo sus necesidades en letrinas que cubren con cal y que son foco de infección por las moscas y sus larvas.
Termino con una frase que me dijo una persona después de vivir una temporada con personas que casi nada pueden y casi nada tienen: “ruegue a Dios por los pobres, nosotros lo tenemos todo”. Y es que esas personas también sonríen plenamente a veces hasta con mayor sinceridad a diferencia de algunas que viajan en un Ferrari o visten Versace, ojalá que los hijos de nuestros políticos sepan lo que es vivir con hambre o con la esperanza de romper el ciclo de la miseria.
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