Cada vez más cerca de ese "Algún día..."
- caferadioc
- 30 jun 2014
- 4 Min. de lectura
Por: @AcostaOscar28
Hoy, escribo una entrega más, con unos tintes de frustración y de tristeza por la dolorosa eliminación de la selección mexicana de futbol, del mundial de Brasil 2014.
Seguramente todos o el 99% de los que leerán este artículo de opinión, vieron el partido o por lo menos un resumen del mismo. Hablar del desarrollo del juego sería como echar sal y limón a una herida que tardará algunos días en cerrar, sin embargo me gustaría verter algunas opiniones personales de ciertos acontecimientos del partido.
Considero que México tuvo iniciativa y propuso el juego que le convenía hasta el momento que consiguió el gol que le daba una ventaja momentánea, pero que nos acercaba a creer todavía más en un pase a la siguiente ronda, desafortunadamente para tantos millones de mexicanos que somos, el equipo olvidó lo que había hecho de manera excelsa en todos sus encuentros anteriores y renunció a la tenencia del balón, lo que provocó que los holandeses buscarán a través de cualquier recurso (esto de manera muy literal) los goles que le darían la victoria.
He de confesar que después de que la fortuna sonrió para la defensa mexicana en un tiro de esquina que rebotó en Ochoa y pego en el poste después, creí que el balón no entraría en este partido para el equipo europeo. Pero, como me equivoque, a menos de cinco minutos las ilusiones comenzaron a desmoronarse. Sin embargo y como dijo Luis García en su narración, no estábamos eliminados (aún) pues solo nos habían empatado. Nuevamente que equivocado, maldita sea, estaba. La marcación del penal fue un sentimiento peor, que el rechazo de la niña que te gusta en 14 de febrero. Confesaré algo más, jamás en mi vida había hecho una plegaría durante un partido de futbol; hoy fue la primera vez. Creo que la divina fortuna no me escuchó o no la pedí con ahínco. El desenlace ya lo conocen, menté madres a diestra y siniestra, teniendo que retirarme a mi cuarto para poder dejar escapar unas lágrimas traicioneras.
En este punto de la narración, me parece conveniente mencionar, que culpar a Robben por "fingir" un clavado que se convirtió en penal, es el peor pretexto y justificación que podemos darnos como "alivio" a nuestra eliminación. Si fue o no fue, me vale, el árbitro lo marcó y así como tú te equivocas él también, aunque repito no puedo decir que se haya equivocado. Lo que sí sé, es que en el pecado llegó la penitencia. México no supo aguantar una ínfima ventaja, no supo manejar los tiempos y tampoco supo reponerse al golpe del primer gol. Esa es la diferencia entre un equipo grande y uno en vías de desarrollo. El mundial lo juegan muchas naciones y siempre son las misma las que compiten en las últimas instancias. Doscientos nueve países están afiliados a la FIFA y solamente ocho, en 18 mundiales (este es el décimo noveno) han ganado el campeonato. ¿A qué se debe esto? No conozco o no creo que haya una respuesta exacta, lo que sí creo es que tal vez nos hemos equivocado por más de 80 años en alguna cosa, no se cual, pero algo hacemos mal cada cuatro años que nos condena al fracaso regular.
La eliminación de este mundial, tiene un peso más grande en comparación con otros, aunque el sentimiento siempre es el mismo. En esta ocasión la ilusión era mayor por el nivel de juego que mostró la selección en fase de grupos, nos vendieron la idea que este mundial podíamos ganarle a cualquiera. Cosa que no estuvo mal, pero que quizás si fue errónea. Toda acción del presente tiene una historia de trasfondo y los mexicanos no podemos olvidar nuestra historia reciente a nivel selección, deplorable es la palabra que más se adecúa, sin embargo, Miguel Herrera logró hacernos olvidar esa parte e incluso creer que no tenía relación absoluta. Qué lástima que la lógica se impuso en esta, como en otras ocasiones.
Amo el futbol, he vivido del futbol y pretendo vivir de él en mi etapa profesional como entrenador de futbol, para eso estoy estudiando, con todo y eso, no puedo dejar pasar por alto el siguiente comentario. México, un país donde el futbol le cierra literalmente la oportunidad de crecimiento a otros deportes, no puede darse el lujo de no ser principal animador de un torneo mundial que se celebra cada dos pares de años, simplemente no puede. Me apena ver como deportistas como, gimnastas, taekwondoínes, corredores de autos, ganan torneos y justas mundiales y nosotros no les damos el mérito que se merecen (Esto sin mencionar que reciben un casi inexistente apoyo para logarlo). Algo debemos cambiar en la mentalidad de los mexicanos para darle el valor a estos triunfos como se lo daremos al futbol el día que se logré trascender de manera importante en un mundial de futbol.
A esperar cuatro años más para ver en un mundial a México nuevamente, si Dios quiere. Sin duda cada día estamos más cerca de ese "algún día". Las distancias se han acortado, dejamos de ser los "gigantes de la CONCACAF" hace mucho tiempo. La competencia nos hace crecer y nos enriquece. Ojalá nuestra confederación se consolide como una confederación importante, que la "Copa Oro" deje de ser una basura de torneo y trascienda a nivel global. Solo así mejoraremos y será más factible, salir victoriosos de una justa mundialista.
Si te tomaste el tiempo de leer mi artículo anterior, mencionaba que México no sería campeón del mundo en este torneo. Tuve razón, pero ¿Por qué lo decía? Simple, la selección mexicana debe limpiarse de parásitos como lo han sido sus directivos que ustedes bien conocen y que no vale la pena mencionarlos. Esas personas que han saqueado la historia, el dinero y el prestigio de la selección. Hasta el día que se reforme y se reestructuré la parte corporativa y se cumpla TODO un proceso mundialista con un proyecto sólido y constante, hasta entonces, ese "algún día" llegará como premio justo del trabajo y dedicación, antes no.
El futbol como la vida son siempre justos, desafortunadamente lo más difícil es aceptarlo. Me despido parafraseando al maestro catalán Joan Manuel Serrat: "Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio".
Ánimo mi gente, que el Sol sale para todos. Me despido en esta ocasión, nos leemos pronto, síganme en Twitter quien guste, ahí estamos a sus órdenes.
Ya saben, arriba el Atlante señores, como de que no.
Oscar R. Acosta